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El bitcoin es una moneda virtual que ha venido para revolucionar el mundo. Su fin y uso es el mismo que cualquier otra moneda como el euro, el dólar o yen, se usa para intercambiar bienes y servicios por dinero, pero en este caso con moneda electrónica.
La diferencia principal con las monedas tradicionales hasta la fecha es que el bitcoin es una divisa electrónica que permite realizar transacciones por internet de forma muy rápida y muy segura debido a su sistema diseñado de forma robusta y segura.
El bitcoin se trata de una moneda descentralizada, y eso es bueno ya que no depende de ninguna entidad ni estado que pueda manipular su valor o su cotización en los mercados financieros. El valor del bitcoin básicamente se rige por la única ley de precios, la Oferta y la Demanda.
Cuanta más gente quiera comprar bitcoin, más subirá su valor, y por el contrario, cuanto menos interés en ella haya, más caerá su valor.
En 2009 cuando empezaba una de las crisis económicas más catastróficas a nivel mundial alguien, haciéndose llamar Satoshi Nakamoto creó una tecnología revolucionaria junto a un nuevo concepto de dinero. Fué tal revolución lo que Nakamoto introdujo en la sociedad que, posiblemente, ni él se habría imaginado el impacto tan grande que generaría en pleno siglo XXI, pero así fue. Estamos hablando de Bitcoin y de la tecnología blockchain, la tecnología que está detrás de la creación y gestión de la moneda virtual.
Satoshi Nakamoto con su proyecto basado en la criptografía y su anonimato marcó un antes y un después en el sector financiero y tecnológico como no se había visto desde hacía décadas. Más de 10 años después apenas hemos podido ver parte del cambio que se augura. Seguimos y seguiremos descubriendo toda esta tecnología y todo lo que nos puede ofrecer durante los próximos años.
El Bitcoin (también escrito como BTC) inició el paso para este momento de revolución tecnológica y abrió la puerta a muchos otros proyectos basados en el blockchain, que ingenuamente han intentado superarlo. Otras criptomonedas y tokens que también se han lanzado al mercado son conocidos como altcoins, es decir, criptomonedas alternativas a la original, el Bitcoin. Pero hasta hoy ninguno de ellos lo ha conseguido.
El Bitcoin es la criptomoneda más utilizada a nivel mundial y todo indica que seguirá siéndolo por bastante tiempo. La criptomoneda más aceptada internacionalmente y la que más ha hecho ganar a sus inversores, seguidores y fans, aunque alguno seguro que también habrá perdido con equivocadas esperanzas basadas en la cotización y análisis del BitCoin.
El Bitcoin es un software open source (programa de código abierto) que fue lanzado en 2009 en el que se respalda para su creación la primera criptomoneda del mundo en hacerse lugar en el mercado mundial. Es una moneda digital descentralizada, es decir, no controlada por entidades financieras, gobiernos, ni cualquier otra institución. En el Bitcoin son los propios usuarios quienes tienen total control sobre su activo, son libres de escoger dónde almacenarlo y de realizar cualquier acción con ellos.
Esto es posible gracias a la red peer to peer de Bitcoin que almacena toda la información de las transacciones que se han ido realizando a lo largo de la historia de forma cronológica en la cadena blockchain.
La propia programación de la blockchain se encarga de controlar y mantener la seguridad de la propia red, sin necesidad de que lo haga ningún órgano central ni estatal. La propia red tiene un control estricto de la creación y la cantidad de bloques creados y de la localización de los BTCs que hace que las transacciones sean seguras.
En el caso de que alguien intentase realizar una acción fraudulenta en la red, la blockchain evitaría que esta se propagase por ella.
Bitcoin surgió para remplazar el dinero fiat popularmente utilizado en todo el mundo. Y aunque tiene mucho potencial para ello, cuenta con varias limitaciones:
Los ataques cibernéticos son más que reales y han ido sucediendo a lo largo de las historia de ls criptomonedas. Aunque un hacker ataque a un exchange de criptomonedas o directamente a un inversor en concreto, la integridad del sistema Bitcoin es la misma, no obstante, afecta al mercado en general. Estos ataques han asustado a muchos inversores y también han hecho que pierdan muchísimo. A pesar de ello, los exchanges siguen invirtiendo en ciberseguridad y se vuelven más seguros. Los usuarios han podido comprobar también que cada vez más los exchanges consiguen recuperar el capital robado.
Muchos tienen esta característica como una cualidad porque permite ganar cantidades descomunales de dinero en periodos cortos de tiempo. No obstante, no todo el mundo se siente atraído por el riesgo, o es capaz de arriesgarse para ganar. Para este segundo grupo, la volatilidad de bitcoin es un bloqueo en su adopción.
Bitcoin ha sido muy aceptado pero también muy criticado y odiado. Varios países del mundo han intentado frenar su crecimiento mediante leyes, prohibiciones, sanciones e impuestos.
En 2017 China, por ejemplo, prohibió el BTC aunque posteriormente se vio que no era tan estricto como se pensaba.
En 2018 prohibió los medios de comunicación online que divulgaban información sobre criptomonedas y ahora está estudiando prohibir la minería de Bitcoin.
En algunos países también se han tomado medidas que dificultan su adopción, llegando a congelar cuentas bancarias vinculadas a transacciones con bitcoin y demás.
Ha habido casos en que empresas han tenido que abandonar su país e instalarse en otro para poder continuar con su actividad. En fin, BTC ha enfrentado un sin número de ataques que ha ido esquivando victoriosamente. Pues, aquellos que quieren utilizarlo siempre encuentran la forma, aunque signifique abandonar su país. La falta de regulaciones claras en según que países también ha supuesto una barrera debido a la incertidumbre que genera.
Por suerte para empresas y particulares que buscan acercarse a BTC hay países que ofrecen muchas facilidades. Malta, también conocida como ‘isla blockchain’ ha acogido muchas empresas e inversores gracias a las oportunidades que ofrece para este sector.
En algunos países del mundo no hay acceso a la tecnología o enfrentan una gran falta de conocimiento para manejarla. Mientras no se superen estas limitaciones, estos países quedarán al margen.
Este es un problema que enfrentan las principales criptomonedas. Con una enorme demanda de transacciones la red llega a colapsarse. Este colapso es aún peor cuando la cantidad de datos es elevada. Las transacciones hacen fila y para intentar agilizar una transacción los usuarios pueden pagar tarifas, haciendo que estas se encarezcan. Este problema es realmente un obstáculo hacia una adopción generalizada. Mientras Bitcoin se limita a 10 transacciones por segundo, PayPal y Visa pueden realizar 193 y 1.667 transacciones por segundo respectivamente.
No obstante, para hacer frente al problema de la escalabilidad Bitcoin cuenta con Lightning Network.
Frente al principal obstáculo hacia una adopción generalizada de bitcoin a nivel mundial se lanzó Lightning Network.
Se trata de una solución de escalado creada para Bitcoin que se caracteriza por una segunda capa. Posteriormente, se ha adaptado para otras criptomonedas, entre ellas Litecoin. Litecoin, uno de los forks de Bitcoin que, como tal, puede adoptar las mismas características que BTC.
Lightning Network utiliza canales de pago para liquidar transacciones fuera de la cadena. De esta forma se consigue aliviar la carga de trabajo de la blockchain principal consiguiendo un rendimiento significativamente mayor al tiempo que se reducen las tarifas al evitar el uso de la blockchain. Mientras que la cadena principal podrá dedicarse a las transacciones más grandes, el restante de las transacciones se procesarán en la segunda.
Este suceso mal intencionado consiste en enviar el mismo bitcoin a dos direcciones diferentes. Cuando alguien intenta realizar una acción como esta, el token se envía de la dirección inicial y llega sólo a una dirección. De esta forma, el usuario que esperaba recibir el bitcoin, es decir, el propietario de la wallet a la que no ha llegado, ha sido estafado.
Esto podría darse en la compra de un bitcoin en sí. Imagine que quiere vender un bitcoin y aparece un usuario dispuesto a comprárselo. Sin embargo, sin que nosotros lo supiéramos también ha pactado con otro usuario que también le va a comprar su bitcoin. Entonces el comprador realiza una compra simultánea con ambos vendedores.
Si esto sale bien, el comprador que apenas habrá pagado por una compra se estará llevando los 2 bitcoins. Mientras que apenas uno de los vendedores recibirá el dinero. ¿Por qué digo: si sale bien? Por que hay formas de evitar que esto nos suceda.
La forma de evitar que esto nos suceda es esperar a que la transacción reciba entre 3 o 6 confirmaciones. De esta forma te garantizas que sea casi imposible que no se realizase la transacción. Cuantas más transacciones reciba, más complicado será duplicar el gasto.
El problema viene cuando no podemos esperar a que se confirme la transacción. Aún así siempre aconsejamos esperar como mínimo a que se confirmen 3. Sobre todo, si la transacción a realizar es de una suma importante de dinero.
Una vez que una transacción ha sido confirmada no es posible revertirla. No hay ninguna entidad, institución o persona en el mundo que pueda deshacer lo ya hecho en Bitcoin. La única forma que hay de que los fondos vuelvan a la cartera o wallet inicial es que la wallet de destino los enviara de vuelta como una nueva operación. Para que se pudiera modificar alguna información de la cadena de blockchain alguien debería tener el 51% del poder sobre la red, lo cual es muy complicado, por no decir imposible.
Los nombres de las personas no están conectadas a sus cuentas, ni a las transacciones que realizan. Los BTCs se envían entre direcciones URL formadas por cadena aleatoria de 30 carácteres, lo cual es altamente seguro. No obstante, aunque no se pueda identificar con nombre y apellidos a los usuarios involucrados en cada transacción, es posible analizar, y se analiza el flujo de transacciones que se van realizando.
Las transacciones se validan de forma instantánea en la red, en cuestión de minutos los mineros ya las han confirmado. La localización de las partes implicadas en la transacción no es un dato condicionante ni relevante. No importa si envío BTCs a una persona que tengo al lado o a un familiar que se encuentra en la otra punta del mundo. Cada transacción se valida en una red global de ordenadores conectados a internet conocidos como ‘nodos’.
El sistema complejo de la criptografía es vital en este tipo de dinero virtual. Las direcciones constan de dos claves, la privada y la pública. Mientras la pública es la que se usa para enviar a cualquier persona y es necesaria para que nos envíen criptomonedas, la privada debe mantenerse oculta. Sólo el propietario de la cuenta o aquel que tenga esta clave podría enviar bitcoins a otra dirección como traspaso. La complejidad de la criptografía hace que sea imposible descifrar la clave privada de cualquier cuenta o cartera de criptomonedas.
Cualquier persona que desee comprar o vender BTCs es libre de hacerlo sin necesidad de pedirle permiso a nadie.
Antes de explicar el protocolo utilizado por Bitcoin debemos entender cómo funciona la tecnología que la respalda.
Blockchain es la tecnología de programación más revolucionaria desde la aparición de Internet en las nuevas tecnologías. Esta tecnología permite la transferencia de datos digitales con una codificación muy sofisticada y de una forma completamente segura. Es una base de datos distribuida que mantiene una lista en continuo crecimiento de registros ordenados llamados bloques y se considera muy transparente ya que todos los interesados pueden ver el progreso en tiempo real. Sería como el libro de asientos de contabilidad de una empresa en el cual se registran todas las entradas y salidas de dinero, pero, en formato digital.
“La tecnología Blockchain proporciona una manera diferente para que las personas o autoridades que no confían entre sí acuerden una historia digital común. Una historia digital común es importante porque la moneda digital y las transacciones son, en teoría, fáciles de copiar. La tecnología Blockchain resuelve este problema sin la necesidad de un intermediario o agencia de confianza”.
Blockchain tiene un increíble potencial. Es capaz de modernizar cualquier industria y posiblemente sea la mejor manera de manejar ciertas iniciativas relacionadas con la transparencia, la privacidad y la trazabilidad.
Aunque pueda parecer algo muy básico, esta tecnología puede cambiar la forma en que actualmente se hacen las cosas. Resumidamente, tiene el potencial de reemplazar a todos los intermediarios y agencias, y proporcionar anonimato y confianza para verificar y auditar cualquier actividad.
Como hemos comentado, la red de Bitcoin está descentralizada, por lo que nadie es su dueño o tiene el control sobre ella. No obstante, hay un grupo de personas, conocidas como desarrolladores que se dedican a mejorar el software. Aún así, este grupo no tiene ningún poder sobre él, ni siquiera pueden forzar un cambio en el protocolo de Bitcoin. Cada usuario es libre de elegir el software y la versión que prefiere utilizar.
Eso sí, es imprescindible que los usuarios elijan un software que cumple con las mismas reglas. Para que Bitcoin funcione correctamente es necesario que funcione con un consenso completo entre todos los usuarios. Esto lleva a que tanto desarrolladores como usuarios se sientan fuertemente motivados para proteger este consenso.
Como hemos comentado la blockchain es una base de datos distribuida por la red de internet en constante crecimiento por llevar un registro continuo sobre las transacciones que se realizan. El trabajo de los mineros es exactamente el de hacer que este proceso perdure en el tiempo. Y esto es posible gracias a que los mineros verifican bloques continuamente manteniendo la red segura al mismo tiempo.
Para realizar su trabajo los mineros utilizan equipos informáticos especializados que son llamados ‘nodo’. Con los nodos, los mineros de bitcoin resuelven problemas matemáticos complejos para verificar bloques y los añaden a la blockchain.
Los mineros reciben una recompensa por su trabajo, ya que además de estar contribuyendo al funcionamiento de la red, tienen una serie de costes, como el de la electricidad o el de la inversión en los equipos informáticos necesarios.
No todas las criptomonedas dependen de la minería, y cada tipo de algoritmo utilizado para alcanzar el consenso también tiene sus variaciones. Los más utilizados y conocidos son el Proof-of-Work (PoW) utilizado por Bitcoin, y el Proof-of-Stake (PoS) utilizado por Ethereum.
El primer paso para dedicarse al proceso de la minería es disponer de un ordenador especializado, descargarse y ejecutar un software de minería a medida.
El software ejecutado en el ordenador reúne las distintas transacciones y prueba su validez mediante un complejo calculo en Proof-of-work (POW). Todos los nodos de Bitcoin conectados a la red compiten para descifrar el próximo hash, una complicada ecuación. El hardware de minería realiza una gran cantidad de conjeturas para resolver este complejo cálculo una y otra vez hasta que encuentran el correcto. El tiempo promedio en que se genera un nuevo bloque es de 10 minutos. No obstante, para que se mantenga, la tasa de búsqueda de hash de la red es ajustada cada dos semanas. El nodo ganador es el que se lleva la recompensa por el bloque, actualmente, 12,5 BTCs. Junto a esta recompensa el minero recibe las tarifas de transacción que se adjuntaron a las transacciones que insertó en el siguiente bloque.
Por este motivo es tan importante que el equipo informático que vayamos a dedicar a la minería sea potente. Cuanto mayor sea su potencia y rendimiento, más suposiciones será capaz de hacer en un segundo y mayor será nuestra probabilidad de ganar la disputa en cada nuevo bloque.
El programa de minería del nodo ganador determina cuáles de las transacciones pendientes formará el siguiente bloque de transacciones. El bloque creado junto con la solución hayada se envía a toda la red para que el total de los nodos lo validen. Dar con la solución que todos compiten por encontrar es realmente complicado pero, una vez la tenemos, comprobar que realmente sea la correcta, es decir, validar la respuesta, es muy fácil.
Después, cada nodo que ha validado la solución actualiza su copia de la blockchain de la criptomoneda en el resto de la red. Todas las transacciones que se incluyeron en el bloque y que ahora están confirmadas por la red de Bitcoin con virtualmente irreversibles.
Como ya hemos comentado, bitcoin está totalmente descentralizado, por lo tanto, su emisión también lo está. Esta depende de la minería, cuando los mineros reciben la recompensa por haber generado un nuevo bloque, los BTCs que reciben, a excepción de las tarifas pagadas por los usuarios, son ‘nuevos’, es decir, BTCs recién creados. No son tokens que provengan de una dirección destinada a pagar a los mineros o algo por el estilo, sino que, en el proceso de validar las transacciones que se van procesando, se crean nuevos tokens de un total de 21 millones que es el límite que Satoshi Nakamoto estableció al crear el proyecto.
La tasa de emisión está establecida en el código, de tal forma que los mineros no puedan engañar al sistema y crear bitcoins a su voluntad.
En el código de Bitcoin también se establece una reducción de la recompensa de bitcoin a la mitad cada 210.000 bloques, lo que en tiempo se traduce en aproximadamente 4 años. Este mecanismo ha evitado que el suministro total de 21.000.000 BTCs se distribuyese durante los 8 años desde su lanzamiento. Ya que inicialmente, la recompensa por bloque minado era de 50 bitcoins. Esta recompensa se mantuvo hasta el 28 de noviembre de 2011. Llegado el momento del halving la recompensa pasó de 50 a 25 bitcoins por bloque. Posteriormente, en julio de 2016 hubo otro halving con el que la recompensa se redujo a la mitad nuevamente, 12,5 bitcoins. Y, de esta forma, se ha mantenido la blockchain de Bitcoin hasta hoy.
El próximo halving está previsto para el 24 de mayo de 2020. Una vez más la recompensa se reducirá a la mitad, es decir, a 6,25 BTCs. Y lo mismo sucederá 4 años después cuando la recompensa pase a ser de 3,125 bitcoins por bloque minado. Y así sucesivamente hasta que la recompensa pase a ser 0. Por lo tanto, la única recompensa que recibirán los mineros por su trabajo serán las tarifas sujetas a las transacciones. Este último halving se dará en el bloque 6.930.000 que, según los cálculos sucederá en el 2040.
Bitcoin es la criptomoneda número uno y lo ha sido desde su lanzamiento. Con una capitalización de mercado en el momento de la publicación de 141.605.509.692 dólares y un suministro de tokens en circulación de 17.704.162 BTC de un total de 21.000.000 BTC.
La gran volatilidad de su precio hace que este pueda variar en cientos o miles en cuestión de horas. En el momento de la publicación su precio es de 7.949,73 USD . Es posible que sea completamente diferente al precio que tenga en el momento en el que esté leyendo el artículo o incluso unas horas después de la publicación del mismo.
El bitcoin es aceptado en una gran cantidad de comercios físicos y online, además dispone de un número considerable de cajeros automáticos de Bitcoin, también conocidos como ATMB. Se han creado y continúan surgiendo soluciones para aproximar la criptomoneda a la gente común. Entre ellas tarjetas de débito que cambian automáticamente el BTC a la moneda fiduciaria del país en el que se realice el pago.
En resumen, BTC es una moneda digital que utiliza criptografía muy sofisticada para asegurar las transacciones financieras, controlar la creación de cada nueva unidad y verificar la transferencia de activos. Creada como una alternativa de las divisas tradicionales y descentralizada, nos permite enviar dinero a cualquier parte del mundo según deseemos sin que nadie pueda controlar nuestros movimientos. Cada nueva unidad de moneda o token se crea a través de un proceso que se específica en su protocolo junto con sus demás características.
Bitcoin resuelve el problema haciendo uso de su blockchain donde se anotan todas las transacciones de bitcoin después de que hayan sido verificadas. Las corfirmaciones hacen que cada bitcoin sea único y que las transacciones posteriores sean legítimas. En el caso de que intentasen duplicar una transacción las funciones determinísticas de los bloques originales cambiarían mostrando que es falsa y sería rechazada.
Si Bitcoin se encuentra ante una situación de doble gasto, el minero que vaya a resolver el bloque será el que decida qué transacción será procesada. Como es lógico, los mineros dan preferencia a aquellas transacciones con tarifas mayores, por lo que, el usuario malicioso puede darle ventaja a la transacción que desee. Para ello basta con colocar una tarifa superior a la que prefiriese que se realizase. De esta forma el comprador puede enviar dinero entre sus propias direcciones haciendo creer a otro usuario que le ha enviado el bitcoin a su cuenta y que llegará en breve. En lugar de pagar por el precio que se hubiera pactado el coste se limitará a la tarifa de la transacción.
La blockchain de Bitcoin puede ser consultada por cualquiera que lo desee.
Una de sus características más deseada también es bastante confrontada. Bitcoin ha sido acusado de no ser tan anónimo como intenta aparentar. Analicemos esta afirmación:
Se describe a Bitcoin como una criptomoneda anónima porque permite enviar y recibir bitcoins sin mostrar información personal. No obstante, alcanzar total anonimato en la red Bitcoin no es tan simple.
Si se consigue conectar una dirección a la identidad de una persona, cualquier movimiento de entrada y salida de esa dirección también se puede asociar a la persona. Y es aquí donde está el problema. Los exchanges de criptomonedas entre otros servicios, nos piden que verifiquemos nuestra identidad antes de comprar BTCs. Por lo que nos obligan a identificarnos poniendo punto y final a todo el anonimato de la red.
Aunque la red está diseñada para que el anonimato sea real, cuando los usuarios buscan facilidades e involucran a terceros en el proceso, huyen de los principios de Bitcoin. Se pierde la esencia del peer-to-peer y, por consiguiente, es normal que otros principios de Bitcoin también se pierdan.
Y esto sucede en otros aspectos de la vida. Cuando ciertos acontecimientos estás sujetos a una serie de parámetros y alguno de estos falla, es posible que otros tampoco se cumplan.
Imagine que está circulando con un coche que está programado para que nunca se salga del carril en el que se encuentra y de repente entra en una calle en que los carriles no están delimitados. ¿Sería correcto decir que la programación del coche no funciona correctamente si no actúa como debería? Cada uno puede tener su propia opinión de ello.
Satoshi Nakamoto intentó explicar cómo utilizar Bitcoin en el artículo original de Bitcoin en el que recomendó que para mantener el anonimato se utilizase una nueva dirección para cada transacción. De esta forma evitamos que las transacciones de cierta dirección señalasen a una única persona.
El exchange Coinbase, que mencionaremos más adelante, utiliza este procedimiento para proteger la seguridad de sus usuarios.
Cabe a nosotros decidir si preferimos facilitar el proceso o mantener nuestro anonimato. Lo que está claro es que, si hay quienes se proponen mantenerse en el anonimato y lo consiguen, de la forma correcta nosotros también deberíamos conseguirlo.
Los desarrolladores continúan trabajando para un mejor funcionamiento de la red en todos los ámbitos, no exclusivamente la escalabilidad. Inicialmente, cuando se realizaba una transacción, la dirección de envió mantenía la cantidad que no se enviaba y exclusivamente movía la cantidad transferida a otra dirección.
Con el nuevo protocolo, la dirección inicial queda vacía. La totalidad del activo se transfiere, por un lado, la cantidad que queremos enviar a una o más personas se enviarán a las direcciones que especifiquemos y la cantidad sobrante, si la hubiera, se envía a una nueva dirección. De esta forma no se puede descifrar que fracción se está enviando a qué personas y que cantidad sigue siendo nuestra. Es muy importante evitar reutilizar las direcciones, porque de hacerlo, estamos dejando rastros que podrán ser usados en contra nuestra.
Satoshi Nakamoto es apenas un pseudonimo que fue utilizado por el creador de Bitcoin, del que se desconoce absolutamente todo. Ni si quiera se sabe si realmente fue una persona la creadora de tal tecnología, o si de lo contrario, surgió como fruto del trabajo de un grupo de especialistas en la materia.
Si bien no se conoce su identidad, hay personas que llegaron a hablar con él. Nakamoto participó en foros y estableció contacto vía email con varios desarrolladores para que colaborasen en su proyecto. No obstante, él siempre se mantuvo muy reservado. Según comentarios de los distintos profesionales con los que contactó, Nakamoto siempre esquivó cualquier pregunta personal que se le hiciera.
Registró el dominio bitcoin.org en agosto de 2008, unos meses después publicó en una lista de correos cypherpunk en metzdowd.com un Whitepaper titulado “Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario”. En el documento se aprecia perfectamente su pseudónimo y un correo electrónico. Y el 3 de enero de 2009 puso en marcha el proyecto y se minó el bloque génesis de Bitcoin.
Continúo marcando presencia puntualmente en las redes hasta que a mediados de 2010 después de transferir todo lo que lo mantenía atado a Bitcoin entre ‘sus compañeros’, desapareció. Se estima que desde que se lanzó Bitcoin hasta que Satoshi Nakamoto decidiera desaparecer, llegó a minar un millón de BTCs.
Aunque pueda sorprender, bitcoin no fue la primera criptomoneda lanzada al mercado, pero sí la primera que consiguió mantenerse y la que permitió el acceso a las demás. Otras criptomonedas anteriores habían intentado establecerse y habían fracasado. Por lo que se conoce, la visión de estas criptomonedas se asemejan bastante a las de Bitcoin. Esto ha llevado a plantear si Bitcoin no es apenas una copia o interpretación de otros protocolos anteriores. Existen artículos anteriores que sugieren métodos de computación similares al Proof-of-Work.
Son 7 las criptomonedas conocidas que surgieron anterior a Bitcoin. El primer proyecto llamado DigiCash fue desarrollado en 1982 y lanzado al año siguiente. Otros proyectos fueron Beenz en 1990; E-Gold en 1996; B-Money en 1998; Bitgold en 1998; Flooz en 1999; y Rpow en 2004.
En la época en que estas criptomonedas lo intentaron, la tecnología estaba muy lejos de ser lo que era cuando Bitcoin llegó. En aquel entonces poquísimas casas tenían internet y los dispositivos móviles eran aparatos que se limitaban a llamar y enviar los anticuados SMS.
En la época del lanzamiento de Bitcoin gran parte de los hogares en muchos países ya tenían ordenadores, incluso varios. Y eso permitió, no apenas que comprasen la moneda dígital, sino también que se dedicasen a la minería.
Puede decirse que BTC tuvo mucha suerte de surgir en una época en la que la mayoría de los que quisiera podía tener acceso.
Desde la aparición de Bitcoin han sucedido innumerables acontecimientos que han cambiado nuestras vidas para siempre. Nada es como era ni volverá a serlo.
Bitcoin: el inicio de un gran cambio
Bitcoin empezó a ser utilizado entre individuos en los foros de Bitcointalk. Y se realizó la transacción que más a dado de que hablar con BTCs en cuanto a compra de productos o servicios. La de las dos pizzas que fueron compradas por 10.000 BTCs y entregadas por Papa John’s.
Bitcoin ha enfrentado un gran y único fallo en su protocolo a lo largo de su historia, y este tuvo lugar el 15 de agosto de 2010. El fallo hacía que las transacciones no se verificasen adecuadamente antes de incluirlas en la blockchain. De esta forma se eludían las restricciones económicas de Bitcoin y se podían crear tantos BTCs como se quisieran.
El 16 de agosto consiguieron corregir el fallo que permitió que en una transacción se generasen 184 mil millones de bitcoins y se enviasen a dos direcciones de la red. A raíz de este fallo la red se bifurcó a una versión actualizada del protocolo Bitcoin.
El 6 de diciembre de 2010 la capitalización de mercado de bitcoin supera el millón de dólares. Casi un año después, en octubre de 2011 Bitcoin tiene su primer hard fork que da lugar a otro importante y conocido software y criptomoneda: Litecoin.
En 2012 se forma oficialmente la Fundación Bitcoin. Van surgiendo algunos acontecimientos como el hackeo del Exchange de criptomonedas más importante en aquel entonces, el Mt. Gox; el establecimiento de uno de los reglamentos de criptomonedas más importante, BitLicense, entre otros.
Hasta que en agosto de 2017 vuelve a surgir otro hard fork y da lugar a la aparición de Bitcoin Cash. El mismo mes SegWit se activa y un més más tarde China prohibe el trading de BTC.
2017 en general fue un gran año para bitcoin y las demás criptomonedas. Especialmente los últimos meses del año. En diciembre CBOE Global Markets (CBOE) y Chicago Mercantile Exchange (CME) lanzaron los primeros contratos de futuros de bitcoin. Y bitcoin llegó a alcanzar su precio histórico más alto hasta la fecha, rozando los 20.000 dólares.
A pesar del increíble avance que vivió Bitcoin durante el 2017, 2018 no supo mantener el nivel. Durante todo el año pasado vimos como las criptomonedas perdían precio y, por consiguiente, valor de mercado. La capitalización de mercado de BTC cayó tanto que en noviembre paso a estar por debajo de los 100 mil millones de dólares por primera vez desde octubre de 2017.
El 3 de enero de 2019 se completó la primera década desde el bloque génesis.
Si quieres comprar BTC te recomiendo que los hagas através de exchanges de confianza. Los que yo personalmente utilizo son estos dos que están regulados y cumplen diferentes homologaciones que velan por la seguridad del inversor a la hora de comprar bitcoins:
Enlace a Coinbase con el que podrá beneficiarse de su programa de referidos y ganar 10 dólares al enviar o recibir sus primeros 100 dólares.
Enlace a Binance que les dirigirá directamente a la página de registro, para aquellos que no tengan cuenta y deseen registrarse.
Si no escoges ninguno de estos exchanges que están regulados debes asegurarte que el que elijas para comprar BTC o cualquier otra criptomoneda sea seguro y de confianza a la hora de realizar cualquier transacción. Los hackers están siempre atentos esperando una brecha de seguridad o cualquier error que les permita trabajar.
También es importante tener cuidado al almacenar las criptomonedas. Veamos las alternativas más aconsejadas.
Es importantísimo escoger un buen lugar para guardar nuestro activo digital. Por lo que hay que conocer las distintas opciones y los riesgos y beneficios de cada una de ellas. Por ejemplo, los exchanges son una buena opción cuando lo que se quiere es comprar o vender criptomonedas, pero nunca se aconseja mantener nuestro activo en ellos. Si un hacker ataca la plataforma es muy posible que pierdas tu activo.
Siempre es recomendable mantenerlas offline, cuanto más apartadas de internet las tengamos, más seguras estarán. Hay varias posibilidades con estas características.
Por un lado, las hardware wallet son una opción muy recomendada para cualquier criptomonedas. Estos dispositivos son una de las formas más seguras de almacenarlas puesto que tanto las claves como las criptomonedas permanecen bajo nuestra custodia. Algunas opciones de hardware wallet son Ledger Nano S o TREZOR.
Las Paper wallet son otra opción. No es más que un importantísimo pedazo de papel en el que figuran tanto la clave privada como la pública. Esta opción también se tiene como muy segura, no obstante, hay que tener mucho cuidado y mantenerla bien guardada de forma que nadie indeseado tenga acceso a ella y que nosotros podamos encontrarla cuando la necesitemos.
Si acaba de comprar BTCs enhorabuena, ya hay uno más en la red de bitcoin y tu marca permanecerá para siempre en su blockchain. Ahora bien, es absolutamente normal que te preguntes qué puedes hacer con él. A su llegada, el BTC no pasaba de una moneda virtual que podía ser enviada de dirección a dirección. No obstante, el tiempo, el creciente interés y su popularidad inagotable han dado lugar a un gran número de posibilidades a la hora de escoger qué hacer con nuestra criptomoneda. Veamos algunas de las opciones existentes a día de hoy:
Estas son apenas algunas de las posibilidades, aquí les dejo un enlace en el que podrá encontrar varias otras posibilidades a la hora de utilizar sus bitcoins.
Bitcoin nos ha enseñado que es posible tener el propio control sobre nuestros recursos económicos, que es posible ganar mucho con ellos, pero también perder. Nos ha enseñado que podemos ser nuestros propios administradores y no deberle satisfacción a nadie sobre nuestra vida financiera. Gracias a él también sabemos que enviar dinero a cualquier parte del mundo es posible y, además, más rápido y económico de lo que pensábamos. Ya no hay excusas para conocer, administrar y utilizar nuestro activo como deseemos, con BTC es posible.
El crecimiento de BTC ha variado mucho a lo largo de los años, ha vivido enormes crecimientos en que su precio se ha multiplicado por cientos pero también pérdidas desastrosas. No obstante, después de cada bajón siempre nos ha sorprendido con un increíble subidón. ¿Quién dice que no lo hace aposta para que los que no conocían la moneda o no habían confiado en ella hasta ahora tengan una nueva oportunidad para lanzarse a la piscina? ¿Te lo has planteado?
Muchos ya se han enriquecido comprando BTCs y esperando a que su precio subiera. ¿Quién dice que si te lanzaras no serías el siguiente en la lista de las personas a las que bitcoin ha hecho ricas?
